viernes, 7 de diciembre de 2012

14: Hurón
 
 

El hurón doméstico (Mustela putorius furo) es un mustélido, subespecie del turón, que fue domesticado hace al menos 2.500 años. Otros mamíferos de la familia de los mustélidos tienen también la palabra "hurón" en sus nombres comunes. Por ejemplo, hay un escaso y protegido turón de Norteamérica conocido como hurón de pies negros.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo fue domesticado, pero algunos hallazgos arqueológicos de hurón datan del 1500 a.C. [cita requerida]. Se cree que la domesticación fue similar a la del gato. Hay quien dice que los antiguos egipcios tenían hurones, pero es más creíble que los europeos que visitaban Egipto viesen gatos, y pensaran que usar un pequeño carnívoro para proteger las reservas de grano era una gran idea. Al no haberse encontrado hurones momificados ni jeroglíficos que los representen, esta teoría tiene poco fundamento.
Sí se sabe, en cambio, que César Augusto envió hurones o mangostas (denominadas "viverrae" por Plinio el Viejo) a las Islas Baleares para controlar las plagas de conejos hacia el año 6 a.C.
El hurón desciende probablemente del turón (Mustela putorius), por lo que el nombre científico más utilizado para este animal es Mustela putorius furo. También es posible que los hurones tengan como antepasados al turón de la estepa (Mustela eversmannii).
Los hurones son expertos en colarse por los agujeros de los armarios, las paredes, o detrás de los electrodomésticos, donde pueden resultar heridos o incluso muertos por los cables eléctricos, los ventiladores y otros artículos peligrosos. Las sillas plegables son una auténtica trampa mortal para ellos, pues se suben con frecuencia sobre estos muebles, plegándolas después y muriendo aplastados por ello. Por estas razones es necesario tomar una serie de medidas en el hogar antes de adquirir un hurón como animal doméstico, como retirar o asegurar cualquier aparato o mueble peligroso o tapar los posibles agujeros repartidos por la casa. Muchos dueños optan por recluir sus hurones en una jaula durante la noche o mientras se ausentan de casa.
Los hurones pasan la mayor parte del tiempo (de 14 a 18 horas al día) durmiendo, pero cuando están despiertos son muy activos, dedicándose a explorar su alrededor de forma exhaustiva. Los hurones son animales crepusculares, es decir, que son más activos durante el amanecer, el atardecer y parte de la noche. Si están enjaulados, deben ser sacados de forma diaria para que hagan ejercicio y satisfagan su curiosidad; necesitan al menos una hora y un lugar de juego. Los hurones, al igual que los gatos, pueden utilizar una caja (preferiblemente esquinera) para realizar sus deposiciones con un poco de entrenamiento, aunque es necesario tener cajas en distintos cuartos porque no la buscarán si les queda lejos. Los hurones son también buenos inquilinos del patio trasero y les encanta que les acompañen en el jardín. Sin embargo, no se les debe permitir vagar libremente; los hurones son audaces al punto de la insensatez y exploran cualquier agujero que encuentren, incluidos los desagües para la lluvia y las bolsas de las personas. Siempre que se encuentren en el exterior deben ser vigilados de cerca, y preferiblemente sujetos por una correa con arnés con 2 secciones.

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